Ein Gemütsart Unverstanden

Ningún otro gran artista realizó tantas obras en tan breve tiempo como Vincent Van Gogh. Su carrera sólo duró diez años, a pesar de lo cual dejó unas ochocientas pinturas y otros tantos dibujos. En efecto, la mayor parte de las obras maestras que le han dado fama, una producción sin paragón en la historia del arte, fueron ejecutadas en los dos o tres años postreros. La técnica y el estilo de Van Gogh cambiaron mucho en sus últimos años y parecieron reflejar la intensidad de su pasión, el placer de aplicar la pintura en la tela.

LA HABITACIÓN DE VINCENT.

Van Gogh pintó su dormitorio en octubre de 1888. En aquella época estaba esperando la llegada a Arlés de Paul Gauguin, con quien deseaba fundar un círculo de artistas. El mes anterior Vincent había pintado "El Café de Noche". Desde el punto de vista emocional, "La Habitación de Vincent" es tan serena y relajante como agresiva,inquietante y estremecedora la anterior.

En una carta, Van Gogh describió el cuadro con estas palabras: "Es exacta y simplemente mi dormitorio". En esta obra, lo que verdaderamente cuenta es el color. Utilizado de manera muy sencilla, da un aspecto tranquilizador a los objetos, invitando al reposo incluso al sueño. En una palabra, mirando este cuadro la mente, o mejor aún, la imaginación, es inviada a descansar. Hasta las líneas marcadas de los muebles dan la sensación de un sueño tranquilo. No hay sombras y se ven áreas de gran colorido, todo lo contrario que en "El Café de Noche".

EL MUSEO VAN GOGH.

A penas seis meses después de la desaparición de Vincent Van Gogh, murió también con sólo treinta y tres años de edad, su desesperado hermano Theo de lo que un médico definió como "hipertensión por el dolor". A la viudad de Theo, Johanna, le quedó una enorme cantidad de pinturas y dibujos de Vincent, centenares de cartas dirigidas a su marido (sin ordenar y sin fecha) y un hijo de tierna edad de quien ocuparse.

Johanna había conocido poco a su cuñado y no faltó quien le aconsejara, de buena fe, librarse del engorro de aquellos cuadros "de escaso valor" que había dejado Vincent. Johanna no hizo caso y en su lugar se puso a ordenar las cartas de Vincent; lo hizo, sobre todo, para mitigar su dolor (no buscaba a Vincent sino a Theo, cualquier palabra o detalle que le concerniese), pero pronto se sintió fascinada por la vida y obra de su cuñado. Su devoción (y más tarde también la de su hijo) a la memoria del artista hicieron posible que la mayor parte de su herencia artística no se dispersase, de manera que hoy en día la colección de Johanna constituye la parte esencial del Rijksmuseum Vincent Van Gogh de Amsterdam, sin duda la colección más importante del mundo de la obra de Vincent Van Gogh.

Grandes Maestros de la Pintura, Altaya.