jueves, marzo 23, 2006

Mi boca me condena...


Quizá sea mi espíritu más intrínsecamente zadomasoquista el que me hace seguir estando en el mismo lugar, en el mismo antro de perdición intelectual, habilidad, de aptitudes, de visiones, de espíritu... porqué no podré ser de otra forma y escapar de lo que me hace daño, no hacerme la Sor Teresa y tratar de redimir lo malo sacando lo mejor de lo que vivo.... porqué tendré que soportar la mediocridad que inunda el ambiente en que desgraciadamente estudio.
Esa es mi propia condena, mi cerebro piensa que es mejor terminar las cosas, matar mi espíritu mientras sucede, pero terminar al fin.

Qué maldita rabia tener que callarme para no entrar en conflicto con quienes en un mes más me tienen que evaluar.... el poder más infame de quienes no son ni la sombra de lo que "debe ser"... pero bueno, qué más podemos pedir de quienes forman a matronas, no ha profesionales universitarios que sepan pararse frente a la vida.

Si, tú sabes que tienes toda la razón, éste nunca ha sido mi lugar, estoy tras la reja sintiendo que me faltan dos años de libertad, en que podré decir "trabajo terminado...ahora voy a ser lo que yo quiero, no lo que ustedes coartan cada vez que me humillan".

Gracias a Dios existen días de sol en que puedo disfrutar de algunos haces de lucidez por parte de algunas damas que me hacen respirar un poco de aire fresco, pero son los menos, y los disfruto al máximo.

Cuídate, que te hace daño ...pero bueno, sólo te quedan dos años... puede pasar todo o puede seguir igual, lo importante es que sé que no me veo toda la vida en esto.

Disculpen la depresión.


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