sábado, septiembre 23, 2006

"El sello de los YARUR"

Personalmente, me intereso bastante por saber la historia de las familias y los apellidos de inmigrantes que se mueven en las altas esferas de nuestro país; razón por la cual decidí subir parte de un reportaje que rescaté desde las revistas en la última visita a la peluquería de mi mamá. Así que sin más preámbulos aquí les dejo una entretenida historia.

Marginados del clan.
La familia Yarur era modesta en Belén. Con algunas tierras, pero malas, y con muy pocas ganas de enrolarse en el ejército turco otomano que tenía invadida la Palestina de entonces. Escucharon que en América se podía vivir en paz. Y fue la madre de Juan Yarur Lolas, un joven de 19 años ya casado con Olombi Banna, quien sacó de su escondite secreto unas pocas monedas de oro y se las entregó a su hijo con la misión de que viajara a América. Ya lo habían hecho otros de la familia, como su hermana. Junto con darle las monedas, le encargó que cuidara de su hermano Nicolás, de 12 años, para que lo acompañara en esta tremenda aventura.

Juan Yarur se entusiasma con esta misión y deja a su mujer, Olombi, y a su hijo Carlos, de pocos meses de edad, en Belén. Un barco los lleva hasta el puerto de Valparaíso. Luego llegan a Santiago y San Fernando, donde se encuentran con su hermana mayor, Juana, casada con Jacobo Musalem.

Pero no se hallaron en Chile. Les pareció provinciano y se fueron a Oruro, Bolivia, donde estaban algunos tíos Lolas. Al poco andar, Juan mandó a Nicolás a buscar una novia a Palestina, y, de paso, a traerse a su primogénito Carlos.
Solamente entonces, como a los 8 años, Carlos conoció a sus hermanos menores.

En 1929 la familia Yarur se traslada a Santiago de Chile. Los problemas de salud de la madre eran cada vez peores debido a la altura. Terminaron, por lo tanto, la sociedad que hicieron allá con la familia Said y los tres hijos hombres se vinieron a Chile. Aquí instalaron la fábrica textil más grande que existía. Dicen que hasta Arturo Alessandri Palma detuvo su auto para visitar esta magna obra durante su construcción.


La familia empezó lentamente a penetrar en la sociedad chilena. Pero nadie les preguntó nunca a estos tres hijos qué querían hacer, si querían estudiar algo, si tenían algún sueño. Nada. Casi no estudiaron, salvo Jorge, que más tarde siguió Economía. Los otros trabajaron en la fábrica antes de terminar el colegio.

Un día Carlos conoció a María Luisa Rey, hija de españoles, bonita y segura de sí misma. Volvió a su casa, ubicada en Orrego Luco, donde vivieron hasta su muerte Juan y Olombi, y le dijo a sus padres que se iba a casar. "En ese mismo momento -relató alguna vez Luis Enrique- mis abuelos lo echaron de la casa. Así, con lo puesto. Todo porque ellos querían que se casara con una palestina".

Lo echaron para siempre. El mayor en una familia árabe es el continuador de todo el patriarcado y no era tolerable que se mezclara con una chilena. Carlos no titubeó. Se casó en privado y se fue a Copiapó. había que partir de cero. Se empleó de cajero en la Caja de Crédito Prendario. Años despues María Luisa Rey recordaría que los veladores de esos primeros tiempos eran cajones de manzanas. Habían dejado atrás el comienzo de un imperio. Pero nunca tuvieron la duda de hacer lo que hicieron.


Tuvieron cinco hijos. Nunca conocieron a sus abuelos, a pesar de haberse radicado en Santiago. Y Carlos fue montando sus negocios, que también llegaron a ser prósperos. Siempre en lo textil, había creado una empresa de rayón.

Los Yarur recuerdan que, a pesar de no tener abuelos, sí tenían tíos: Jorge y Amador los pasaban a buscar y los llevaban de paseo. Eran muy cariñosos con estos niños marginados de la familia.

En 1953 murió la abuela Olombi Banna, para quien Juan había construido esa gran residencia en Reñaca. Murió y al día siguiente Juan Yarur fue a buscar a su hijo Carlos. y cual hijo pródigo, volvió a la casa de su padre después de 23 años. Sus niños ya eran grandes, salvo Luis Enrique, que tenía 3 años, cuando vieron por primera vez a su abuelo. Carlos volvió no sólo a la casa, sino a la empresa paterna, que ya había crecido mucho. La fiesta de volver a tenerse duró solamente un año. En 1954, murió Juan Yarur Lolas, el patriarca en Chile.


La toma de Yarur.
Peter Winn, un conocido historiador norteamericano, muy especializado en la historia del sindicalismo, hace un estudio exhaustivo de la fábrica textiles Yarur. La considera un símbolo de lo que es la raíz de una empresa familiar, fundada en 1937 por Juan Yarur. En su libro Los trabajadores de Yarur y la vía chilena al socialismo: Tejedores de la revolución (Lom ediciones, 2004), recién editado en Chile después de 20 años, relata, entre otras cosas, el acto que celebró Salvador Allende en la fábrica durante su campaña presidencial, frente a 500 trabajadores. Estaba allí Amador Yarur, que tenía una cordial amistad con Allende. En su apasionado discurso, el candidato dijo: "Si soy elegido Presidente, Amador, aunque seamos amigos, te quitaré esta industris y pertenecerá a los trabajadores de Chile".

Ocho meses después, el 26 de abril de 1971, la fábrica más grande del país amaneció tomada y con un cartel que decía: "Ex Yarur. Territorio libre de explotación".

La familia sufrió el golpe más grande de esta trayectoria de 70 años en Chile. Los tres hermanos Yarur Banna se jugaron todo para impedir la expropiación, que les parecía la más grande discriminación contra ellos -después de haber logrado que no los discriminaran por inmigrantes, por "turcos", como les decía en forma ignorante la sociedad chilena-, ahora se habían convertido en el símbolo de los explotadores que sacaban plata de Chile, "sólo porque éramos empresarios exitosos. Nunca sacaron un peso de Chile, todo se reinvertía aquí. La prueba está en que mi papá y mi tío Jorge se quedaron aquí durante la Unidad Popular", dice ahora uno de los Yarur Rey. Cuando Pinochet les devolvió la fábrica, Amador tomó posesión de su administración y al poco andar la fusionó, y finalmente la perdió.

La Última Cena.
El otro bastión fundamental de los negocios familiares ha sido el Banco Crédito Inversiones, que también fundó Juan Yarur en 1973. Es uno de los tres bancos más importantes de la plaza, y el único que en 70 años sigue perteneciendo a la misma familia. Aquí, el héroe -después de Juan- es Jorge Yarur. Dicen que era el más inteligente de los tres hermanos, al menos el más ilustrado. Fue dirigente gremial de la Asociación de Bancos, y el primero en establecer el concepto de banca en línea en Amércia Latina.

Como su único hijo, Toto, no se mostró nunca interesado en el mundo de la banca, (está abocado a un importante museo de la moda), su sobrino Luis Enrique fue su verdadero continuador. Abogado y máster en Administración de Empresas en el IESE en España, se formó al alero de su tío Jorge y entrí a trnbajar al BCI a los 25 años. Le tocó la segunda crisis familiar, que fue la recesión de los 80 y la intervención de la banca. Entonces era gerente general.
Jorge Yarur Banna murió en octubre de 1991. El mismo día que pagó la última cuota de la dueda subordinada al Banco Central. Se desplomó apenas terminó el discurso de celebración. Tenía 72 años. A su muerte, los Yarur Rey compraron las acciones del banco que les vnedió su primo Toto. Pero ya estaba escrito que Luis Enrique sucedería en la presencia a su abuelo Juan y a su tío Jorge.

En 2003 murió Carlos, el mayor de los Yarur Banna, después de una larga viudez. Su bella española María Luisa Rey había muerto en 1963, de cáncer. Carlos dejó de existir en su casa Alcántara, la misma de los últimos 40 años.

Hace pocos días murió Amador, a los 85 años, de un infarto al corazón. Había estado comiendo el 20 de junio con su ex mujer Adriana Torres. Cenaron solos y comieron ostras recordando viejos tiempos, cuando vivían en la gran casa de Vitacura pegada a la casa de su hermano Jorge, donde crecieron sus cuatros hijos. Porque Amador se separaba de sus mujeres, pero se quedaba con sus hijos. Juanito fue la excepción. Se fue con su madre, pero a los 15 años le pidió permiso para vivir con su papá, a quien quería aprovechar en los últimos años de su vida.

Aquella noche del 20 de junio, que coincidía con su aniversario de matrimonio, Adriana y Amador pudieron decirse cosas que antes habían callado en sus 15 años de vida juntos. Ella se fue a su casa con el corazón en paz. Al día siguiente lo ingresaron a la clínica por problemas respiratorios. No salió más de la UTI. Tuvo primero un infarto y esperó que llegara su hijo Pablo, que estaba en China. Cuando lo vio aparecer, hizo un segundo infarto y se fue en medio de sus cuatro hijos.

Al cerrar su tumba, se cerró también la primera generación de una familia que no sólo se integró, sino que contribuyó hacer de Chile el país que es.


Revista El Sábado, El Mercurio.
09 de septiembre de 2006.

11 comentarios:

Cristian dijo...

Sabías que a todos los palestinos, sirios y arabes en general les dicen turcos acá porq llegaban con papeles que provenían de ahi? En el texto dice que Palestina estaba ocupada por Turquía, pero habitantes de muchos paises cercanos no ocupados tenían que pasar por Turquía para llegar a Sudamerica.

Y casi todos eran buenos pa los negocios, mish.

Saludos

εïз..·´¯'Anais..·´¯'εïз dijo...

Ah ok ;)
Gracias por el dato!...en realidad siempre se asocia "turco" a buen negociante, aunque siempre con un dejo de envidia.
El medio oriente debió haber heredado las artes del comercio de los fenicios ...no cree usted?

Gracias por su post!

Carlos Silva Ramirez dijo...

Gracias a ellos muchas familias chilenas tuvieron un desarrollo decente, construyeron casas de excelente calidad, otorgaron trabajo, salud, deportes,a sus trabajadores y familias, soy hijo de trabajador de Yarur y soy un agradecido de haberme desarrollado en un ambiente sano, con mucho deporte al lado del estadio, regalos, zapatos, etc etc. Gracias Don Juan y a sus hijos, gracias a Uds, pudimos estudiar y desarrollarnos sanamente, en casas de calidad, en barrios decentes
Carlos (7938844-0)

Gabriela.letelier dijo...

Hola Carlos, soy estudiante de periodismo y actualmente estoy haciendo un reportaje sobre esta familia. Leí tu comentario y me pareció muy interesarte ¿sería posible contactarte para alguna entrevista? Muchas gracias

Anónimo dijo...

No saben cuánto me alegro de que este país sea lo que es, un país al que, afortunadamente vino el inmigrante y, de manera apolínea entregó desarrollo, prosperidad y bienestar; un país sin identidad, señores, donde el orgullo consiste en tener apellidos escasos para mirar con total potestad a los Rodríguez y Riquelmes por debajo del hombro; una nación furcia, donde el compatriota común y corriente, con nombre y apariencia de chileno tiene todas las trabas posibles para prosperar mientras que el forastero viene a hacerse la América y terminamos lustrándole las botas. Y verás cómo, de qué manera quieren en Chile… ¡Cómo no nos van a querer!, ¡cómo no van a querer a un país de huevones!
Luego tenemos que agradecer todos nosotros, los pobres ineptos e incapaces, haciendo salutaciones a los Luksic, Paulmann, Yarur, Rossi, en fin, en fin, en fin...
Cuándo será el día en que Chile sea Chile realmente y no sigamos haciendo el indio.
Cuándo será el día en que la gente diga con orgullo que es de ascendencia Chilena, y diga que es Chilena, nacida y criada en Chile, olvidando por completo el pasado y las raíces que no hacen otra cosa que mermar la identidad de un pueblo del nuevo mundo; cuándo, cuándo será el día en que defendamos y reclamemos lo nuestro y eliminemos a toda esa estirpe de ladrones que nos siguen vendiendo y despreciando como si esta no fuera nuestra casa.
Ya basta.

Esencias Alquimicas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Esencias Alquimicas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Esencias Alquimicas dijo...

Descubrí hace algunos años que soy descendente árabe (lo sospechaba ) pero luego investigue y mi apellido verdadero es Yarur. Mi abuelo fue hijo de un yarur. Lamentablemente quienes sabían en detalle de este árabe ya fallecieron junto Con El decreto.
Siempre mi ser supo que la sangre árabe corría por los venas y siento una fuerte necesidad por saber más de mi historia.
Soy de Antofagasta y mi abuelo también vivió siempre en el norte.
Agradecería información de Yarur que hayan estado en el norte.
almadeoriente@gmail.com
Gracias

Unknown dijo...

Me encantó la historia de mis raíces...mi familia tiene un legado...que hay que seguir.. en memoria a mis antepasados..

Unknown dijo...

Me encantó la historia de mis raíces...mi familia tiene un legado...que hay que seguir.. en memoria a mis antepasados..

Unknown dijo...

Me encantó la historia de mis raíces...mi familia tiene un legado...que hay que seguir.. en memoria a mis antepasados..